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40 Aniversario del Tratado de Paz y Amistad

Lunes 23 de Diciembre del 2024
鈥婨l Papa Francisco presidi贸 este 25 de noviembre en el Vaticano el acto conmemorativo por los 40 a帽os del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, destacando este acuerdo como un modelo de resoluci贸n pac铆fica de conflictos. Record贸 que la mediaci贸n papal liderada por Juan Pablo II evit贸 un enfrentamiento armado y permiti贸 encontrar 鈥渦na soluci贸n digna, razonable y ecu谩nime鈥 para ambas naciones, en un contexto de tensi贸n que amenazaba con dividir a dos pueblos hermanos. A principios de mes los Episcopados de ambos pa铆ses dieron a conocer un mensaje conjunto y realizaron conmemoraciones en torno a la fecha.

Por Víctor Villa Castro
Con informaciones de Vatican News
Imágenes: Copyright © Vatican Media

El 29 de noviembre de 1984 es una fecha histórica en las relaciones entre Chile y Argentina. Ese día en la en la Sala Regia de la Santa Sede se firmó el tratado de paz y amistad entre ambas naciones hermanas, gracias a la mediación del Papa San Juan Pablo II, concluyendo la disputa por el canal Beagle. El tratado fue ratificado el 2 de mayo de 1985 mediante un acta y el entonces Papa polaco formuló votos por un futuro más sereno a los países gravados por “un peso agobiador”.

En la misma sala donde hace 40 años se firmó dicho acuerdo, el Papa Francisco asistió a un evento conmemorativo de este hito. Tras las palabras de los representantes de ambos países y en presencia de otros miembros del Cuerpo Diplomático, Francisco aprovechó esta instancia para recordar el aniversario y lanzar al mundo “un llamamiento renovado a la paz y al diálogo”. En este sentido, el Pontífice resaltó el compromiso que implicó a los países durante las largas negociaciones, “que fueron difíciles”, admitió. A su vez, el fruto de la paz y la amistad constituye “un modelo para poder imitar”.

Agradecido a Dios junto a los obispos de Chile y Argentina
El Papa recordó que hace algunas semanas, con ocasión de este 40° aniversario, los obispos de Argentina y de Chile firmaron una nueva declaración recordando cómo el Tratado «evitó la guerra entre pueblos hermanos» . En la oportunidad los obispos de ambos países agradeciron a Dios porque con ese acuerdo prevalecieron el diálogo y la paz. Al mismo tiempo, expresan su gratitud a san Juan Pablo II, que ofreció su mediación entre los dos países, con el apoyo de los cardenales Antonio Samorè y Agostino Casaroli.

“Hago mío el sentir de los obispos chilenos y argentinos, agradeciendo a Dios por habernos protegido y salvado de la guerra. Y junto con los purpurados y obispos de los dos países, agradecemos por la paz y la cooperación entre las dos naciones, confiando en que este camino pueda seguir siendo profundizado para el bien de los dos pueblos. Espero que el espíritu de encuentro y de concordia entre las naciones, en América Latina y en todo el mundo, deseoso de la paz, pueda ayudar a multiplicarse en iniciativas y políticas coordinadas, para resolver las numerosas crisis sociales y medioambientales que afectan a las poblaciones de todos los continentes, perjudicando ciertamente a los más pobres”, destacó el Papa.

Además, agradeció los esfuerzos de de todas las personas que, en los gobiernos y delegaciones diplomáticas de ambos países, “dieron su positiva contribución para llevar adelante ese camino de resolución pacífica, cumpliendo así los anhelos de paz de la población argentina y chilena”, citando al Papa Benedicto quien señaló sobre este tratado: «es un ejemplo luminoso de la fuerza del espíritu humano y de la voluntad de paz frente a la barbarie y la sinrazón de la violencia y la guerra como medio para resolver diferencias».

La hipocresía de hablar de paz y jugar a la guerra
El Papa aprovechó la ocasión para condenar la hipocresía “de hablar de paz y jugar a la guerra”, lamentando que “en algunos países donde se habla mucho de paz, las inversiones que dan más rédito son las fábricas de armas. Esta hipocresía nos lleva siempre a un fracaso. El fracaso de la hermandad, el fracaso de la paz. Dios quiera que la comunidad internacional pueda hacer prevalecer la fuerza del derecho a través del diálogo, porque el diálogo debe ser el alma de la comunidad internacional “.

Finalmente, el Papa agradeció a las autoridades y pueblos de Argentina y Chile por haber optado por la paz hace cuatro décadas, pidiendo por intercesión de María, Reina de la Paz, la “bendición de Dios sobre las amadas naciones de Chile y Argentina, y la hago extensiva a todos los pueblos que tienen deseos de paz y concordia, y a cada hombre y mujer que se hace artesano de la fraternidad y de la amistad social”.

Cabe señalar que en la ceremonia -en la que también intervinieron el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, y el embajador Argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino- estuvo presente en nombre de los Obispos de Chile, el Arzobispo Fernando Chomali Garib. También en dicha instancia, se dio a conocer una serie de sellos filatélicos que la Santa Sede presentó, junto a los correos de Argentina y Chile.

Ante el horror de la guerra, el Papa destaca la Paz entre Chile y Argentina
Francisco haría nuevamente alusión a este tratado, al final del Ángelus del primer domingo de Adviento. Ese 1 de diciembre, pidió para que la comunidad internacional trabaje para detener los conflictos armados en Gaza, Siria y Ucrania. El Pontífice recordó el ejemplo de Argentina y Chile que con el diálogo evitaron el estallido de la guerra. El Papa recordó que la mediación de la Santa Sede, impulsada por San Juan Pablo II, «puso fin a una disputa territorial», la del Canal de Beagle, que había llevado a Argentina y Chile «al borde de la guerra», afirmó Francisco agregando: ”Esto demuestra que cuando se renuncia al uso de las armas y se dialoga, se hace un buen camino”.

Damos gracias a Dios porque primó el diálogo y la paz 
Con motivo de este aniversario, las Conferencias Episcopales de ambos países emitieron el 6 de noviembre una declaración conjunta en la que agradecieron a Dios por el camino de diálogo que evitó una guerra entre pueblos hermanos, con la mediación papal ofrecida por San Juan Pablo II. La declaración se emitió en el contexto de la celebración de una Eucaristía de Acción de Gracias por este hito, que se desarrollaró en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires ese día y que fue presidida por el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea. 

“Hoy agradecemos la paz y la integración entre ambas naciones, y confiamos en que este camino se pueda seguir profundizando, para bien de nuestros pueblos. Esperamos que el espíritu de encuentro y de acuerdo entre las naciones, especialmente en nuestra América Latina, pueda suscitar iniciativas y políticas para resolver tantas carencias y crisis sociales que vivimos en nuestro continente, y que afectan especialmente la vida de los más pobres”, señala parte del mensaje que se puede revisar de manera completa AQUÍ.

Misa conmemorativa en el Santuario Nacional de Maipú

El Santuario Nacional de Maipú, celebró el 16 de nobiembre el 50° aniversario de la consagración del Santuario a la Virgen del Carmen, y el 40° aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile. La ceremonia, presidida por Monseñor René Rebolledo, Arzobispo de La Serena y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, contó con la presencia de la mayoría de los Obispos del país, autoridades de ambas naciones, representantes de las Fuerzas Armadas y civiles, y gran cantidad de fieles.

En la homilía, Monseñor Rebolledo destacó el significado del templo como “la morada de Dios entre los hombres”, un lugar de gracia y bendición que simboliza la unidad y paz de Chile. Recordó que este espacio sagrado fue consagrado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez en 1974, en una ceremonia que fue un símbolo de reconciliación y esperanza. "Aquí, con Cristo, a los pies de María, se ha forjado un alma, la historia de nuestro pueblo, y solo en fidelidad a ésta es fecunda la esperanza ", Además, el arzobispo llamó a los presentes a mantener viva la promesa que el pueblo chileno hizo a la Virgen del Carmen en 1818 tras la batalla de Maipú, que selló la independencia de Chile.

La ocasión coincidió con el aniversario del tratado de paz firmado en 1984, el cual fue elogiado como un ejemplo de fraternidad entre Chile y Argentina. “Feliz coincidencia al celebrar en estos días el Cuarenta Aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre dos pueblos hermanos”, señaló Monseñor Rebolledo, quien agradeció los esfuerzos de ambas naciones y a figuras como San Juan Pablo II y el Cardenal Antonio Samoré, en la construcción de una paz duradera.

“En este día memorable elevamos nuestra oración desde este Templo al Cristo Redentor de Los Andes, que prosiga bendiciendo a Argentina y Chile, pueblos hermanos, especialmente con el don de la paz y la fraternidad. Le solicitamos de igual modo las gracias que precisamos para forjar una auténtica cultura de la vida, como también la fortaleza para luchar contra aquellos males que atentan contra la dignidad de las personas. Que Cristo, “nuestra paz” , bendiga las aspiraciones de paz y amistad que anhelamos ambos pueblos, representados en este por autoridades que nos honran con su presencia", imploró el Arzobispo Rebolledo.

Cabe consignar que junto al Pueblo de Dios que se unió a la celebración, estuvieron presente: el embajador de Argentina en Chile, Sr. Jorge Faurie; el Subsecretario (s) de Relaciones Exteriores, Sr. Rodrigo Olsen y el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic; quienes dirigieron palabras de reconocimiento y gratitud por el esfuerzo de ambas naciones y la Santa Sede en favor de la paz y el entendimiento. También participaron concejales, representantes de las cuatro ramas de la Fuerzas Armadas; además de invitados especiales, junto a vecinos y feligreses del Santuario.

SERVICIO - Revista de la Conferencia Episcopal de Chile