La migración en Chile hoy

Miércoles 09 de Agosto del 2023
Por José Delio Cubides Secretario Ejecutivo Instituto Católico Chileno de Migración - INCAMI

Para considerar: 

La migración es un hecho humano que en las últimas décadas se viene actualizando no solo en Chile, sino en América Latina y en el mundo. No debemos pensar que los migrantes están solo en nuestro país.

Tampoco debemos desconocer que Chile es hoy también un país de emigrantes. En los últimos años, muchos/as chilenos/as han encontrado en la migración una posibilidad de buscar la vida en otras latitudes.

Un migrante internacional es una persona que se traslada a través de una frontera, con intención de residir en otro país, de manera temporal o permanente. Los refugiados, son personas que se encuentran fuera de su país de origen por causas externas a su decisión como conflictos, violencia generalizada, u otras circunstancias y, en consecuencia, requieren protección internacional.

La migración en el mundo

Actualmente a nivel mundial 281 millones de personas son migrantes (3,6% de la población mundial). Estos datos no incluyen otros flujos de movilidad como refugiados, solicitantes de refugio, desplazados, apátridas, etc., por lo que la cifra de personas fuera de su lugar de origen podría sobrepasar los 300 millones de personas en el mundo. Respecto de las causas, hay ciertas realidades que generan procesos de migración forzada como Siria, Afganistán, Ucrania, Nicaragua, Haití y Venezuela. La pandemia COVID-19 ayudó a incentivar procesos de movilidad en el mundo. 

La migración en Chile

Los datos en Chile provienen del Instituto Nacional de Estadísticas en asociación con el Servicio Nacional de Migraciones, Policía de Investigaciones y otros servicios públicos. Estos datos consideran la realidad de las personas con ingreso regular al país y autodenuncias por ingreso por paso no habilitado por lo que los datos son más altos, considerando a quienes no se autodenunciaron.  Las cifras totales entregadas en octubre de 2022 dan cuenta de 1.482.390 migrantes residentes en Chile. En cuanto a edad de los migrantes se concentra entre los 25 y 39 años. Población joven, en edad productiva y en edad reproductiva. En cuanto a género, se percibe un equilibrio con un total de hombres de 744.213 y mujeres 738.177.

La Región Metropolitana concentra el 61,3% de los migrantes del país. La segunda región que más creció fue Antofagasta, mientras que Arica y Parinacota creció en 8,3% y Ñuble creció en 7,0%. Venezuela, Perú, Haití, Colombia, Bolivia, Argentina, Ecuador y República Dominicana son las colectividades de mayor presencia en nuestro país, en ese orden. 

Nueva Ley de Migración 

La normativa actual (Ley 21.325) vigente desde el 12/02/2022 cambió el Decreto Ley 1094 de 1975, por lo que tenemos poco más de un año desde su implementación.  Por primera vez, además tenemos la Política Nacional Migratoria, la cual trata información relevante sobre dos grandes áreas: la gestión interna desde el Servicio Nacional de Migraciones y el control de fronteras. Está estructurada en 10 ejes temáticos de trabajo, 28 medidas de aplicación inmediata y proyectos para reformar la Ley 21.325. Cabe destacar el Empadronamiento Biométrico como medida direccionada a personas con ingreso por paso no habilitado. 

¿Qué situaciones vive la persona migrante actualmente?

Es frecuente ver a los migrantes residiendo en nuestras comunidades, tomando el transporte con nosotros, yendo al trabajo, en los centros de salud, en el banco, en notarías, pero ¿conocemos cómo viven ellos la experiencia de migrar en Chile? Quizás si ya hemos migrado, tenemos conciencia de situaciones que se viven y de la preocupación por regularizarse, pues ello facilita el proceso de inserción en la sociedad. 

Los migrantes no quitan el trabajo ni bajan los salarios, pero puede darse que, si no hay buena fe en los empleadores, y continúan las restricciones migratorias, se genere pauperización de las ofertas laborales a fin de lucrar con el trabajo de los migrantes cuando no tienen otra opción de emplearse que aceptar ofertas precarias con salarios por debajo del promedio o sin acceso a previsión social. 

Transformación cultural 

La convivencia humana es un desafío y se da porque somos personas con historias personales que hace que nos relacionemos de diferentes formas en sociedad. No cometemos infracciones por ser migrantes, las cometemos porque somos personas, a veces sometidas a grandes presiones. 

Los procesos inmigratorios, en distintos países, se dan en las ciudades mayormente. Esto hace que las ciudades se vean desafiadas a buscar líneas que ayuden a unir distintas historias, personas y nacionalidades para generar una sana convivencia. Las ciudades hoy aglutinan un alto número de migrantes y la construcción de barrios verticales y el amontonamiento de personas (gentrificación) generan situaciones de saturación y de precarización de servicios públicos o de transporte, como aumento en niveles de ansiedad que se traducen en cuadros de intolerancia. Debemos encontrar espacios de convivencia que incluya a los migrantes, pues a veces se cree que por carecer de documentos son ciudadano de segunda categoría.

La migración trae consigo riquezas culturales amplias y variadas que aportan a nuestra cultura y nos dan un país más abierto, con mayores experiencias, no solo por las personas, sino por las formas de ver y hacer las cosas. Allí entiendo que mi forma de ver el mundo o de celebrar a Dios, es sólo una entre muchas y nuestras tradiciones se enriquecen con las nuevas costumbres, devociones y prácticas religiosas y culturales. Se trata de incorporar nuevas formas de ver y hacer las cosas en espacios de celebración donde nacionales y migrantes puedan celebrar sus costumbres y tradiciones. Un ejemplo de que los espacios de convivencia ayudan a superar ideas prejuiciosas sobre los otros, son niños en los colegios que hoy crecen entendiendo que su compañero/a de escuela tiene otros rasgos, habla con otro acento, tiene otro color de piel y eso no significa un problema para considerarlo su amigo. 

¿Qué hacemos como Iglesia en esta materia? 

Desde 1955 en Chile contamos con el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI), Organismo de la Conferencia Episcopal de Chile creado para entregar apoyo a personas que migran y necesitan una primera acogida. A lo largo de la historia INCAMI ha realizado su misión acompañando a los exiliados y exonerados en la dictadura militar, asistiendo a las migraciones vecinas de Perú, Bolivia y Argentina en el retorno de la democracia desde 1990 y a las migraciones latinoamericanas ampliadas: Ecuador, Colombia, Rep. Dominicana, Haití y Venezuela que mayormente desde el 2000 y hasta el día de hoy ven a Chile como la tierra que los acoge.

Muchas congregaciones religiosas también se han sumado a esta Pastoral para asistir a los migrantes con casas de acogida, centros de asesoría migratoria, comedores, bolsas de empleo, centros de capacitación e inserción laboral y tantos otros servicios que ayudan a facilitar el proceso de inserción integral de los migrantes en el país. La gran mayoría nos encontramos agrupados en la Red Clamor cuyo fin es articular y potenciar organizaciones eclesiales que acogen, protegen, promueven e integran a personas en situación de movilidad y trata de seres humanos, para realizar una acción pastoral local, regional, continental y conjunta en función del Desarrollo Humano Integral. 

A manera de conclusión

Como Iglesia, seguimos viendo con impotencia y con sorpresa las dificultades a las que siguen siendo expuestos los migrantes que llegan a Chile buscando un mejor porvenir. Muchas y muchos migrantes tienen ingreso por paso no habilitado, pero eso no los hace menos personas. Algunos de ellos no cuentan con la protección de las autoridades ante situaciones que pueden seguir profundizando sus situaciones de vulnerabilidad. Generalmente se habla de los migrantes cuando se hacen fiscalizaciones para relevar, no su ser de personas, sino su situación de “indocumentados” o forma de ingreso al país, pero no se les escuchan los motivos de encontrarse en tal situación o por qué ingresan así.

Hacemos un llamado al gobierno y a los legisladores, para que prontamente se implemente medidas concretas que solucionen esta situación y nos den como Estado, herramientas para legislar las migraciones, considerando esta realidad como un desafío regional que involucra un pronunciamiento de los países expulsores y un trabajo colaborativo con los demás países de acogida. 

BIBLIOGRAFIA 

  • (McAuliffe, M. y A. Triandafyllidou (eds.), 2021. Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022. Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ginebra, Pág. 3, disponible en este enlace).
     
  • (Plataforma de Coordinación Inter-agencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), disponible en este enlace, fecha de consulta 30/06/2023).
     
  • (INE. Informe de resultados de la estimación de personas extranjeras residentes en Chile al 31 de diciembre de 2021, desagregación nacional, regional y principales comunas, 2022 Disponible en este enlace.
SERVICIO - Revista de la Conferencia Episcopal de Chile